¿La
muerte acto digno?
Autor:
Camila Arteaga Torres
Shakespeare W. (1603) señala “ser o no ser esa es la cuestión ¿es más digno para el espíritu sufrir
los golpes y avatares de un destino infame o rebelarse contra la marea de
desgracia y ponerles fin con el rechazo de la vida?” (p.28). Por lo tanto ¿es más digno sufrir el dolor o
es más digno ponerle fin quitándose la vida? El suicidio atenta contra la dignidad del ser humano y están obligados
a preservar sus vidas. A pesar de lo mucho que se ha dicho y hecho acerca de él
en el pasado, cada uno debe enfrentarse a él desde el principio.
Pero para desarrollar adecuado el tema y tomar una
postura correcta en este ensayo, definamos lo que significa el suicidio. De
acuerdo con el informe de la Organización Mundial de la Salud [OMS] (2001). “El suicidio es toda acción por la que un
individuo se causa a sí mismo una lesión, cualquiera que sea el grado de
intención letal” (p.12). Pero no olvidemos que no siempre el suicidio fue
vista de la misma manera, ni mucho menos en la época del romanticismo donde
ésta estaba en su mayor auge, y se puede manifestar en la obra de Goethe,
Werther. Siendo una obra en la que muchos de los europeos se sensibilizaron de
manera que se sintieron reflejados por ser una novela llena de fuerza poética,
un lirismo fino y delicado, intimidad y sentimentalismo.
En cuanto a la postura
que toma Bonaparte N. (S/F) “Abandonarse
al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el
campo de batalla sin haber luchado.” Se refiere a que el que lo hace no
sabe el valor del dolor, ya que en esta vida se sufre mucho a veces para
conseguir lo que se quiere y al final que dicha más grande poder sentir lo que
se pudo lograr. El suicidio cambia conforme a la perspectiva que se le dé, en
algunos casos se considera un acto de cobardía, en otros un acto de valor. Así
mismo Von Goethe J.W. (S/F) afirma “el
suicidio sólo debe mirarse como una debilidad del hombre, porque indudablemente
es más fácil morir que soportar sin tregua una vida llena de amarguras”. El
afirma que es un acto de cobardía, pues es más difícil afrontar los problemas
de la vida que decidir privarse del derecho de vivirla. En cambio, el punto de
vista del filósofo francés, Voltaire F. (S/F) señala “cuando se ha perdido todo, cuando ya no se tiene esperanza, la vida es
una calamidad y la muerte es un deber”; él afirma que si la vida ya no
tiene sentido, la mejor opción es el suicidio, pero en caso que sea por un amor
no correspondido, no es eso un exceso de razón para que la gente llegue a
quitarse la vida. Las personas cuando pasan por problemas ya sea la dificultad
de poder salir de esa, entran en una desesperación, y una depresión gigante. Pero
habiendo tantas personas que luchan contra una enfermedad para seguir vivo. Existen
personas que, teniendo toda la oportunidad para continuar con su vida, deciden
quitarse la vida. Y más ilógico es cuando esa persona se encuentra melancólica
por un amor que no es correspondido, cuando uno realmente tiene amor propio, no
se le ocurriría jamás el suicidio, y la mejor manera es pedir ayuda para poder
salir a delante. Muchas personas escogen el camino fácil, lo cual es un poco
triste, ya que se sienten vacíos y evitan
afrontar problemas que probablemente con ayuda se puede llegar a solucionar.
Ante la pregunta ¿por qué
se suicida Werther? Hay que tomar en cuenta que este fue un asunto que el autor
Goethe vivió en la realidad, en su obra quiso plasmar la desesperación que tuvo
él al no poder corresponder a esa persona. Visto que el suicidio de Werther defiende
la libertad del hombre para decidir sobre sí mismo, sobrepasando, además, los
límites morales establecidos por la religión. Viéndolo desde un punto
religioso, las religiones se han gastado incontables páginas y discursos para
reflexionar acerca del suicidio. La judía, como la inmensa mayoría, lo prohíbe:
el cuerpo le pertenece a Dios. Queda prohibido suicidarse o contribuir al acto:
quien lo haga será considerado asesino. En el hinduismo el suicidio es mal
visto, aunque se acepta que las personas con una preparación espiritual
avanzada cometan eutanasia voluntaria. Para los musulmanes la vida es sagrada:
Dios es origen y destino. La muerte solo sucede por voluntad de Dios. Cómo lo
indicó San Agustín “el que mata así mismo
es un homicida” (San Agustín, 430 d.C.). Es decir, el suicidio ya sea la
causa que fuese, es un hecho ominoso que conlleva la misma responsabilidad de
matar al prójimo. Por otra parte, para los librepensadores el individuo es
responsable de su vida y de su muerte. No es la medicina ni la religión las que
deben decidir. Para Stuart Mill J. (1973), la autonomía es decidir y respetar
la voluntad y responsabilidad de las personas en cuanto a la mirada personal de
la muerte.
Nuestro protagonista,
Werther, ve el suicidio como una liberación de su alma torturada. No
obstante, morir pensando sólo en ti es en tanto egoísta ¿qué hay sobre las
personas que dejas? Si bien es cierto, todos hemos nacido libres, pero la
autonomía implica ser capaz de reflexionar determinada acción y distinguir
entre las diferentes alternativas que existen antes de llevarla cabo y que
estos no deben de dañar a terceros.
Como
último lugar y sin darle menos importancia Von Goethe J.W. (1774) acaba escribiendo en su obra “Todo está tan silencioso a
mi alrededor, y tan serena mi alma. Dios, te doy gracias que a estos últimos
momentos les concedas este calor, esta fuerza “(p.132). Es curioso el efecto que trajo consigo la obra a miles
de europeos en el siglo XVIII, puesto que muchos jóvenes al terminar de leer la
obra, se terminaban suicidando. Fue una época donde la religión empezó a perder
su influencia sobre las personas, por lo tanto, los jóvenes no les importaba el
concepto basado por la religión. Sin embargo el autor era consciente de la
dimensión de su obra y el efecto que estaba causando, por lo que se defendía
con frases como “Lo que tiene de peligroso este libro es que
en él la debilidad está descrita como una fuerza”. Por lo tanto esta conducta ocasionada
generalmente por la identificación con aspectos personales de los suicidas no
es más que la errónea percepción de esta vía como una salida eficaz para los
problemas. Evidentemente el libro no asesinaba a las personas, pero
probablemente influenciaba las emociones de los lectores provocando que
enfrentaran la situación del protagonista como un dilema que vivían en ese
momento. Muchos de nosotros hemos pasado por momentos de profunda tristeza y
decepción, pero la gran mayoría jamás encontró en ello motivos para querer
morir. Todos somos un factor importante para evitar el suicidio de las
personas, el apoyo moral, en estos casos es un acto de valentía, no es cuestión
de juzgarlo, si no, evitar que se quite la vida. Si se encontró razones
suficientes para quitarse la vida, puede encontrar razones para vivir feliz.
Como conclusión final, está claro la postura que he tomado en este
ensayo. Ya concretamente vemos que Werther pone por encima al amor en vez de la
razón y la muerte y se evidencia “... el hombre es
sólo hombre y la escasa inteligencia que pueda tener, poco o nada cuenta cuando
la pasión se agita y está uno confinado por los límites de lo humano...”
(p.101). También, respecto a su amada, Werther tiene la sensación de posesión y
que ella le pertenece porque así lo ha querido el destino “¡Me ama! Este brazo la ha estrechado, estos labios han temblado sobre
sus labios, esta boca ha balbuceado sobre la suya. ¡Es mía! ¡Eres mía! Sí,
Lotte, mía para siempre.” (p.175). Sin embargo, lo que es destino para
Werther, es que él sufre porque sabe que es algo imposible pero no puede
olvidarla. De esta manera, decide quitarse la vida por hacérsele insoportable
la existencia, y se puede observar en la novela largas descripciones de su
sufrimiento y angustia al no poder ver realizado su único sueño: estar junto a
Lotte. El suicidio siempre es, y será, un tema complejo. La incapacidad para
seguir viviendo, la urgencia de huir del mundo, la asfixiante necesidad de
acabar con la angustia, la obligación para obtener autonomía, por las cuales el
suicidio es un tema siempre vigente y de reflexión indispensable. La intención
de exponer, posturas distintas tiene dos intenciones, la primera es mostrar
pequeños fragmentos del amplio y complejo mundo del suicido: ideas filosóficas,
principios religiosos, notas personales y acercamientos desde la perspectiva de
la ética. Muchos creen que no le importan a nadie, que su muerte
será como barrer un poco de polvo, pero nunca tienen los ojos abiertos como
para ver su entorno y darse cuenta de que siempre hubo personas que se
preocupaban, personas que daban su motivación, su aliento, personas que nunca
se supieron valorar, el suicidio nunca se ha manejado como una buena opción,
sería algo lamentable que sea visto de una manera aceptada, ya que las personas
siempre estarán rodeadas de problemas, tampoco es bueno depender de personas
para resolver los mismo, pero un empujón, eso puede cambiar la vida de alguien
y dejar el suicidio como un camino, para poder tomar un poco de fuerza y
afrontar la cruda realidad.
Fuentes
bibliográficas:
·
Durkheim, E. (2008) El suicidio.
Madrid, España: Ediciones Akal
·
OMS. (agosto 2012). Prevención del
suicidio (SUPRE). Organización mundial de la salud. Recuperado de: http://www.who.int/mental_health/prevention/suicide/suicideprevent/es/
·
Zuluaga, A. (2001) Ética y conductas
suicidas. Revista Colombiana de psiquiatría, 30. (4) págs.369-382. Recuperado
de: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/806/80630404.pdf
·
Von Goethe, J. W. (2005). Las
penas del joven Werther. Ediciones Impacto Cultural Editores S.A.C.
·
López, G. B., Hinojal, F. R., &
Bobes, G. J. (1993) El suicidio: aspectos conceptuales, doctrinales,
epidemiológicos y jurídicos (págs.311-312). Recuperado de: https://www.unioviedo.es/psiquiatria/wp-content/uploads/2017/03/1993_Lopez_Suicidio.pdf
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